En el contexto social, la inconformidad de diferentes grupos crecía. El 23 de julio de 1968 se desató una pelea entre estudiantes de la Vocacional 2 con los de la Escuela Preparatoria Isaac Ochoterena, en la que los granaderos intervinieron. Tres días después fueron capturados varios líderes del Partido Comunista en una marcha por la celebración de la Revolución Cubana; el 29 de julio, las fuerzas públicas derribaron la puerta colonial de San Ildefonso de un bazucazo para “meter en orden” a los estudiantes y tomar por la fuerza la Preparatoria I.
Como respuesta, el Rector Barros Sierra, protagonista en la defensa estudiantil por las Libertades Democráticas, colocó la bandera a media asta en la Rectoría y salió con los estudiantes a una marcha por la avenida Insurgentes el 1 de agosto. El 13 de septiembre se realizó la Manifestación del silencio.
El entonces presidente de la República Gustavo Díaz Ordaz, envió militares y tomó Ciudad Universitaria el 18 de septiembre y luego otros planteles universitarios y del Instituto Politécnico Nacional. Con la cercanía de los Juegos Olímpicos – y la presencia de algunos reporteros internacionales – decidió acabar con el movimiento mediante el Batallón Olimpia, que asesinó a cientos de estudiantes, profesores, obreros, mujeres y niños reunidos en un mitin en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968. Un hecho que será recordado, sin duda, por todas las generaciones de mexicanos.

Tomado de Garritz A. y Mateos J.L. (2016). Historia de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México. Su primer siglo: 1916-2016. CDMX, México: FQ, UNAM.