Para el combate de la COVID-19.
La Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México donó 100 galones de gel antiséptico a la Cruz Roja Mexicana, mismos que se distribuyeron en las zonas de ambulancias de la Ciudad de México, para la protección y seguridad de los paramédicos responsables de los traslados y las revisiones de personas con síntomas de la enfermedad COVID-19, así como en los hospitales de campo instalados en Polanco y en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
En una carta dirigida al Director de la Facultad de Química, Carlos Amador Bedolla, el jefe nacional de Áreas Voluntarias de la Cruz Roja Mexicana, Fernando Amezcua Peña Alfaro, agradeció la donación, la cual, dijo, contribuye a la protección y seguridad del personal de esa institución y de la población en general, en los servicios que presta ante la emergencia por la COVID-19.
En apoyo a las acciones ante la pandemia, en el mes de marzo, la Facultad de Química puso en marcha la elaboración de gel antiséptico con alcohol al 70 por ciento, en el Laboratorio de Ingeniería Química, para ser distribuido en facultades, escuelas e institutos de la UNAM y, recientemente, en la Cruz Roja.
En entrevista, el Director de la Facultad, Carlos Amador Bedolla, expresó que en la situación en la que nos encontramos, el uso de gel antiséptico es necesario; por ello, la Facultad decidió contribuir, “utilizando nuestra capacidad para fabricar el producto en apoyo de la comunidad universitaria”.
Respecto a la elaboración del producto, Rafael Moreno Esparza, académico del Departamento de Química Inorgánica y Nuclear de la FQ, explicó que los geles antisépticos deben tener como carga principal un conjunto de alcoholes. En este caso, una mezcla de dos alcoholes: etílico e isopropílico; además de glicerina, propilenglicol y un agente gelificante, el carbopol. Esta mezcla es eficaz como agente antiséptico y es capaz de neutralizar los virus, precisamente, por su contenido de alcoholes.
Amador Bedolla apuntó que la gran ventaja del gel es que, a diferencia de un antiséptico líquido, como el alcohol, es semisólido y permite distribuirlo en las manos con mucho mayor eficacia.
La producción de este gel es coordinada por Rafael Moreno Esparza y los académicos Mariano Sánchez, Paulina del Valle Pérez y Socorro Alpízar Ramos, del Laboratorio de Tecnología Farmacéutica de la Facultad, quienes son expertos en el área; ayudados por cerca de diez alumnos de la FQ.
“Hacer 100 mililitros de este gel es muy fácil, pero producir muchos galones es más difícil: se requiere un motor muy grande para poder mover la mezcla y recipientes grandes para guardar centenas de litros del producto; por ello se recurrió al Laboratorio de Ingeniería Química que cuenta con los equipos y condiciones necesarios”, indicó Carlos Amador.
Además, agregó, era claro para nosotros que iba a ser necesario, pues “como todos sabemos, ésta es una sustancia actualmente muy demandada por la sociedad. Ahora tenemos este producto para ofrecer y consideramos que es una muy buena contribución”.