La Facultad de Química ha sido formadora de excelentes profesionistas, así lo demuestran las decenas de miles de egresados distinguidos en los diferentes ámbitos de la Química en el país y en el extranjero.
Es probable que muchos de ustedes no hayan visitado desde hace tiempo las instalaciones de la Facultad o de la Universidad. Deben saber que la Facultad de Química ha crecido de forma vertiginosa en los últimos años: en Ciudad Universitaria contamos con seis edificios (A, B, C, D, E y F), además de nuestra simbólica escuela en Tacuba, que está siendo reconstruida, y una unidad en Sisal, Yucatán. En este marco, les compartiré una rápida visión de la FQ.
La Facultad cuenta con una población aproximada de siete mil alumnos de licenciatura, cifra que se incrementa con el ingreso de mil 400 alumnos en promedio cada año. Además, se tienen más de 500 estudiantes en los diferentes programas de posgrado en donde participa esta entidad académica. Así es que atendemos a una población entre siete mil y siete mil 500 estudiantes en nuestras aulas y laboratorios.
Nuestra querida Facultad siempre se ha caracterizado por su planta docente de excelencia, la cual asciende a casi mil 200 profesores, de los que cerca de 450 son académicos de Tiempo Completo y, de éstos, aproximadamente 240 son profesores de carrera, y 169 son miembros del Sistema Nacional de Investigadores. Esta cifra coloca a la Facultad de Química como una de las dependencias con mayor número de investigadores en la UNAM, la cual incluso supera a muchas universidades del país. Asimismo, se ubica entre las que cuentan con un número mayor de publicaciones anuales, con alrededor de 300 artículos, que en su mayoría son indizados. Esto hace de la Facultad una excelente entidad para hacer investigación.
De esta forma nos sumamos a las funciones sustantivas de la UNAM: con excelente docencia, investigación y difusión de la cultura.
Históricamente, esta Facultad se ha vinculado con el sector productivo desde sus primeros años, cuando profesores, alumnos y egresados tuvieron una importante participación en la expropiación petrolera, y desde entonces continúa creciendo. Sin embargo, estamos lejos de atender todos los sectores, ésa es la razón por la cual visualizamos un futuro con mayor impulso hacia la vinculación.
El año entrante cumplimos 50 años de ser Facultad y, en 2016, 100 años de ser escuela de Química. Somos centenarios, pero dinámicos. Para festejar estos aniversarios hemos emprendido diferentes proyectos que impulsan la formación del alumnado, que constituye la tarea más importante de nuestra Facultad.
En lo que respecta a la vinculación, se planea concluir el Edificio Mario Molina, donde reinstalaremos la Unidad de Servicios de Apoyo a la Investigación y a la Industria, con equipos analíticos de última generación y con un alto potencial, mismos que dan servicio a las universidades y a la industria.
Se dispondrá, además, de una Unidad de Transferencia de Tecnología, la cual ya opera en la Facultad de Química, para trabajar de manera conjunta con el sector productivo. Asimismo, tendremos la Oficina de Vinculación con Egresados, la Secretaría de Extensión Académica y la sucursal sur del Centro Mario Molina.
La vinculación se extiende también a los estados. Se construirá un edificio en el Parque Científico y Tecnológico de Mérida, Yucatán, donde se instalará una Unidad de Estudios de Genómica y Diabetes, dada la importancia que tiene esta enfermedad en México, por la predisposición genética de buena parte de sus habitantes. En esas mismas instalaciones trabajaremos en Química Ambiental.
En la escuela madre de la Facultad de Química, es decir, en las instalaciones de Tacuba, se reconstruye el Edificio Río de la Loza, cuyo proyecto se concluirá en breve y será destinado a la extensión académica, en particular a la maestría en Alta Dirección de Empresas. Así, volveremos a vivir Tacuba con plenitud.
Tenemos tres pilares: buena docencia, buena investigación, buena y mayor vinculación, pero nos falta un elemento: una sociedad de egresados proactiva. La Facultad de Química no ha conseguido una interacción continua con sus ex alumnos y ya es tiempo de lograrlo. Es necesario que los egresados y la Facultad trabajen de manera conjunta, dada la riqueza y la versatilidad de las formas de vinculación que nuestra Asociación de Egresados puede abrir. Es fundamental su acercamiento y apoyo para mantener a la Facultad a la vanguardia académica, y que continúe siendo un referente de las Ciencias Químicas a nivel global.
Estoy seguro que son conscientes de cuánto le deben a la UNAM y a su Facultad, porque todos viven con pasión el ser Pumas; ahora es un buen momento para demostrarlo. Por favor, señores egresados, regresen a la Facultad, sean parte de este cambio y de su grandeza.
Muchas gracias.